domingo, 31 de marzo de 2024

Hch024 - Las primeras misiones - La visita del ángel a Cornelio el centurión y del éxtasis de San Pedro Hch 10,1-33

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

 "1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte itálica.

2 Era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia; hacía abundantes limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar.

3 Este hombre tuvo una visión: un día, cerca de las tres de la tarde, vio claramente al Angel de Dios que entraba en su casa y le decía: «Cornelio».

4 Este lo miró lleno de temor, y le preguntó: «¿Qué quieres de mí, Señor?». El Angel le dijo: «Tus oraciones y tus limosnas han llegado hasta Dios y él se ha acordado de ti.

5 Envía ahora algunos hombres a Jope en busca de Simón, llamado Pedro,

6 que se hospeda en la casa de un tal Simón, un curtidor que vive a la orilla del mar».

7 En cuanto el Angel se alejó, Cornelio llamó a dos de sus servidores y a un soldado piadoso de los que estaban a sus órdenes.

8 Después de haberles contado lo sucedido, los envió a Jope.

9 Al día siguiente, mientras estos se acercaban a la ciudad, Pedro, alrededor del mediodía, subió a la terraza para orar.

10 Como sintió hambre, pidió de comer. Mientras le preparaban la comida, cayó en éxtasis y tuvo una visión:

11 vio que el cielo se abría y que bajaba a la tierra algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas.

12 Dentro de él había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves del cielo.

13 Y oyó una voz que le decía: «Vamos, Pedro, mata y come».

14 Pero Pedro respondió: «De ninguna manera, señor, yo nunca he comido nada manchado ni impuro».

15 La voz le habló de nuevo, diciendo: «No consideres manchado lo que Dios purificó».

16 Esto se repitió tres veces, y luego, todo fue llevado otra vez al cielo.

17 Mientras Pedro, desconcertado, se preguntaba qué podía significar la visión que acababa de tener, llegaron los hombres enviados por Cornelio. Estos averiguaron dónde vivía Simón y se presentaron ante la puerta de la casa.

18 Golpearon y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.

19 Como Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el Espíritu Santo le dijo: «Allí hay tres hombres que te buscan.

20 Baja y no dudes en irte con ellos, porque soy yo quien los he enviado».

21 Pedro bajó y se acercó a ellos, diciendo: «Yo soy el que ustedes buscan. ¿Para qué vinieron?».

22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, que goza de la estima de todos los judíos, recibió de un ángel de Dios la orden de conducirse a su casa para escuchar tus palabras».

23 Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope.

24 Al otro día, llegaron a Cesarea. Cornelio los esperaba, y había reunido a su familia y a sus amigos íntimos.

25 Cuando Pedro entró, Cornelio fue a su encuentro y se postró a sus pies.

26 Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: «Levántate, porque yo no soy más que un hombre».

27 Y mientras seguía conversando con él, entró y se encontró con un grupo numeroso de personas, que estaban reunidas allí.

28 Dirigiéndose a ellas, les dijo: «Ustedes saben que está prohibido a un judío tratar con un extranjero o visitarlo. Pero Dios acaba de mostrarme que no hay que considerar manchado o impuro a ningún hombre.

29 Por eso, cuando ustedes me llamaron, vine sin dudar. Y ahora quisiera saber para qué me llamaron».

30 Cornelio le respondió: «Hace tres días me encontraba orando en mi casa, alrededor de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre con vestiduras resplandecientes,

31 y me dijo: «Cornelio, tu oración ha sido escuchada y Dios se ha acordado de tus limosnas.

32 Manda a buscar a Simón, llamado Pedro, que está en Jope, a la orilla del mar, en la casa de Simón el curtidor».

33 En seguida te mandé a buscar y has hecho bien en venir. Ahora estamos reunidos delante de Dios, para escuchar lo que el Señor te ha mandado decirnos». "

- Palabra de Dios. 

(Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Pedro va a casa de un centurión Romano. vv.1-33
    • Visión angélica de Cornelio vv. 1- 8
    • Oración y éxtasis de San Pedro vv. 9-16
    • Encuentro de los enviados por Cornelio y San Pedro vv. 17 - 23
    • Encuentro entre Pedro y Cornelio vv. 24 - 32
    • Disposición a escuchar todo lo que ha sido ordenado por Dios. v.33

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)






  • Este relato se enmarca en la misión petrina, en la que vimos a San Pedro visitando las comunidades de Lida y Jope, quien lleno del Espíritu Santo obró, a través de él, milagros patentes. 
  • Comienza el relato con la aparición de un ángel del Señor a Cornelio el Centurión en Cesaréa Marítima, y le ordena buscar a Pedro en Jope. Los ángeles son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales, e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Ellos le pertenecen y los ha hecho mensajeros de su designio de salvación. De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles. (cf. Catecismo # 330,331,334)
  • Desde el día de Pentecostés, Pedro gobierna la Iglesia, velando por su fidelidad al Evangelio y guiando sus primeros contactos con el mundo de los gentiles. Su ministerio se manifiesta, de modo particular, en los momentos decisivos que marcan el ritmo del crecimiento de la Iglesia apostólica. En efecto, es él quien acoge en la comunidad de los creyentes al primer convertido del paganismo. (Homilía de San Juan Pablo II - martes 29 de junio de 1999).
  • En todo tiempo y en todo pueblo es grato a Dios quien le teme y practica la justicia (cf. Hch 10,35). Sin embargo, fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente. Por ello eligió al pueblo de Israel como pueblo suyo, pactó con él una alianza y le instruyó gradualmente, revelándose a Sí mismo y los designios de su voluntad a través de la historia de este pueblo, y santificándolo para Sí. Pero todo esto sucedió como preparación y figura de la alianza nueva y perfecta que había de pactarse en Cristo y de la revelación completa que había de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho carne. «He aquí que llegará el tiempo, dice el Señor, y haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá... Pondré mi ley en sus entrañas y la escribiré en sus corazones, y seré Dios para ellos y ellos serán mi pueblo... Todos, desde el pequeño al mayor, me conocerán, dice el Señor» (Jer 31,31-34). Ese pacto nuevo, a saber, el Nuevo Testamento en su sangre (cf.  I Cor 11,25), lo estableció Cristo convocando un pueblo de judíos y gentiles, que se unificara no según la carne, sino en el Espíritu, y constituyera el nuevo Pueblo de Dios. Pues quienes creen en Cristo, renacidos no de un germen corruptible, sino de uno incorruptible, mediante la palabra de Dios vivo (cf. I Pe 1,23), no de la carne, sino del agua y del Espíritu Santo (cf. Jn 3,5-6), pasan, finalmente, a constituir «un linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo de adquisición..., que en un tiempo no era pueblo y ahora es pueblo de Dios» (I Pe 2,9-10).

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Oras pidiendo respetuosa y cariñosamente la asistencia de tu ángel custodio para discernir la mociones que llevan a Dios y cuáles te alejan?
  • ¿Puedes compartir una experiencia sobrenatural de la oración?


Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra.


Despedida.
 Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
https://blogcatedranaval.com/2018/04/03/el-puerto-de-cesarea-maritima-la-obra-de-herodes/
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II