domingo, 17 de septiembre de 2023

Hch008 - Iglesia de Jerusalén - Segundo discurso de San Pedro (parte 2 de 2) Hch 3,14-26

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén.

 (oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles según San Lucas. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "14 Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo como una gracia la liberación de un homicida,

15 mataron al autor de la vida. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

16 Por haber creído en su Nombre, ese mismo Nombre ha devuelto la fuerza al que ustedes ven y conocen. Esta fe que proviene de él, es la que lo ha curado completamente, como ustedes pueden comprobar.

17 Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes obraron por ignorancia, lo mismo que sus jefes.

18 Pero así, Dios cumplió lo que había anunciado por medio de todos los profetas: que su Mesías debía padecer.

19 Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados.

20 Así el Señor les concederá el tiempo del consuelo y enviará a Jesús, el Mesías destinado para ustedes.

21 El debe permanecer en el cielo hasta el momento de la restauración universal, que Dios anunció antiguamente por medio de sus santos profetas.

22 Moisés, en efecto, dijo: "El Señor Dios suscitará para ustedes, de entre sus hermanos, un profeta semejante a mí, y ustedes obedecerán a todo lo que él les diga.

23 El que no escuche a ese profeta será excluido del pueblo".

24 Y todos los profetas que ha hablado a partir de Samuel, anunciaron también estos días.

25 Ustedes son los herederos de los profetas y de la Alianza que Dios hizo con sus antepasados, cuando dijo a Abraham: "En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra".

26 Ante todo para ustedes Dios resucitó a su Servidor, y lo envió para bendecirlos y para que cada uno se aparte de sus iniquidades»."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 3,14-26  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

Pedro habla a la muchedumbre (II Discurso de San Pedro) 3,11-26

  • Hace ver la culpa y el pecado (v. 14-15).
  • Testimonia que la fe en Jesús sanó al paralítico (v.16).
  • Afirma que Sé que obraron por ignorancia (v 17).
  • Exhortación a la conversión y penitencia (v.18-19).
  • Cumplimiento de las profecías (v. 18-24)
  • Ustedes son los herederos de las profecías (v.25-26).

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • El texto es la continuación y parte del segundo discurso de Pedro el día en que junto a Juan, Dios tuvo la Gracia de sanar al hombre paralítico de nacimiento que había mendigado toda su vida a la puerta del templo. (v 1-10).
 
  • "Tenemos a un abogado que habla en nuestro nombre. ¿Quién es este abogado que se hace nuestro portavoz? La liturgia de hoy nos da una respuesta completa: «Tenemos a un abogado ante el Padre: a Jesucristo, el justo» (1JN 2,1). Leemos en los Hechos de los Apóstoles: «El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús» (Hch3,13). A él sus compatriotas lo traicionaron y renegaron, incluso cuando Pilato quería ponerlo en libertad. Pidieron que fuera indultado en su lugar un asesino, Barrabás. De ese modo, condenaron a la muerte al autor de la vida (cf.  Hch  3,13-15).  Pero «Dios lo resucitó de entre los muertos» (Hch 3,15). Así habla Pedro, que fue testigo directo de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Como tal, fue enviado a los hijos de Israel y a todas las naciones del mundo. Sin embargo, al dirigirse a sus compatriotas, no sólo los acusa; también los excusa: «Hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia y vuestras autoridades lo mismo» (Hch 3,17).  Pedro es testigo consciente de la verdad sobre el Mesías que, en la cruz, cumplió las antiguas profecías: Jesucristo se ha convertido en abogado ante el Padre, el abogado del pueblo elegido y de toda la humanidad." (Juan Pablo II Homilía 13 de abril de 1997)

        Meditar: 

        Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

        (Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

        • ¿Qué te llama la atención del texto?
        • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
        • ¿Estoy siendo un verdadero apóstol y servidor de Jesús?
        • ¿Crees que lo reniegas al pecar?
        • ¿Tienes a Jesús como abogado ante el Padre por ti?
        • ¿Te sabes heredero amado de las profecías de salvación?

        Orar: 

        Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

        (Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

        Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
        • Padre Nuestro ...
        • Dios te Salve María ...
        • Gloria ...

        Contemplar: 
        Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
        ¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
        ¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
        ¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

        Hacer vida la palabra
        Durante ésta semana esforcémonos por hacer una verdadera penitencia interior, una reorientación radical de toda la vida, un retorno a la conversión a Dios con todo nuestro corazón, rompiendo con el pecado, detestando el mal y al mismo tiempo alimentando el deseo y la resolución de cambiar de vida, con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su Gracia.

        Despedida. Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


        Bibliografía:

        -Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
        -Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
        -CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
        -Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II
        -Homilía San Juan Pablo II en Santiago de Chile jueves 2 de abril de 1987.
        -Homilía de San Juan Pablo II – Viaje apostólico a Polonia – martes 8 de junio de 1999.
        -Catena Aurea 5630 - San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 82,3.
        - Discurso de San Juan Pablo II en visita a los enfermos en Ciudad de México -  24 enero 1999