sábado, 2 de diciembre de 2023

Hch013 - Iglesia de Jerusalén - Discurso de Pedro y los Apóstoles - discurso de Gamaliel Hch 5,29-42

Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "29 Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

30 El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo.

31 A Él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados.

32 Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen».

33 Al oír estas palabras, ellos se enfurecieron y querían matarlos.

34 Pero un fariseo, llamado Gamaliel, que era doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en medio del Sanedrín. Después de hacer salir por un momento a los Apóstoles,

35 dijo a los del Sanedrín: «Israelitas, cuídense bien de lo que van a hacer con esos hombres.

36 Hace poco apareció Teudas, que pretendía ser un personaje, y lo siguieron unos cuatrocientos hombres; sin embargo, lo mataron, sus partidarios se dispersaron, y ya no queda nada.

37 Después de él, en la época del censo, apareció Judas de Galilea, que también arrastró mucha gente: igualmente murió, y todos sus partidarios se dispersaron.

38 Por eso, ahora les digo: No se metan con esos hombres y déjenlos en paz, porque si lo que ellos intentan hacer viene de los hombres, se destruirá por sí mismo,

39 pero si verdaderamente viene de Dios, ustedes no podrán destruirlos y correrán el riesgo de embarcarse en una lucha contra Dios». Los del Sanedrín siguieron su consejo:

40 llamaron a los Apóstoles, y después de hacerlos azotar, les prohibieron hablar en el nombre de Jesús y los soltaron.

41 Los Apóstoles, por su parte, salieron del Sanedrín, dichosos de haber sido considerados dignos de padecer por el nombre de Jesús.

42 Y todos los días, tanto en el Templo como en las casas, no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Noticia de Cristo Jesús."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 5,29 - 42  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Tercer discurso de San Pedro 5,29-33
  • Discurso de Gamaliel 5,34-42
  • Apóstoles felices por padecer por Cristo 5,40-42

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • Esta lectura está enmarcada en la persecución que sufrieron los Apóstoles en Jerusalén iniciada por los Saduceos, que llevó a su prendimiento y la milagrosa liberación, sucede la escena de la comparecencia de ellos ante el Sanedrín. Y cierra la primera parte del Libro de Hechos de los Apóstoles sobre la Iglesia de Jerusalén, para iniciar la segunda parte sobre las primeras misiones.
  • La expresión que utiliza Pedro en el versículo 31 corresponde a «Jefe que lleva a la vida»,  (3,15ss) corresponde al término «Jefe y Redentor», aplicado a Moisés como pre-figura de Cristo (cf 7,35). Lucas establece un paralelismo entre Jesús y Moisés.
  • Gamaliel I, el maestro de San Pablo era representante importante de la tendencia liberal y más humana en la interpretación de la Ley. Su intervención corresponde a la actitud general del partido fariseo (cf 4,1ss).
  • En el versículo 41 el "Nombre", por el que los discípulos sufren, es siempre el de «Jesús» y es inseparable de su persona (cf. 2,21ss.; 3,16ss).
  • Desde el comienzo de la historia cristiana, la afirmación del señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia (cf. Ap 11,15) significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal sino sólo a Dios Padre y al Señor Jesucristo: César no es el "Señor" (cf. Mc 12,17; Hch 5,29). " La Iglesia cree que la clave, el centro y el fin de toda historia humana se encuentra en su Señor y Maestro". (Catecismo de la Iglesia Católica 450).
  • Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación, el Concilio habla a todos para esclarecer el misterio del hombre y para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los principales problemas de nuestra época. (Gaudium et Spes 10,2)
  • El Verbo de Dios, por quien todo fue hecho, se encarnó para que, Hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara todas las cosas. El Señor es el fin de la historia humana, punto de convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones. El es aquel a quien el Padre resucitó, exaltó y colocó a su derecha, constituyéndolo juez de vivos y de muertos. Vivificados y reunidos en su Espíritu, caminamos como peregrinos hacia la consumación de la historia humana, la cual coincide plenamente con su amoroso designio: "Restaurar en Cristo todo lo que hay en el cielo y en la tierra" (Efe 1,10)(Gaudium et Spes 45,2)

Meditar: 

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Has afirmado el señorío de Jesús sobre tu mundo y sobre tu historia ?
  • ¿Contemplas la vida como la Iglesia que ve bajo la superficie de lo cambiante, muchas cosas permanentes que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: 

Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:
Durante esta semana esforcémonos por hacer que el Señor sea el Rey de nuestra historia. Afirmemos con fuerza de corazón la frase: “Jesús eres Señor de mi vida”.

Despedida. 
Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

sábado, 11 de noviembre de 2023

Hch012 - Iglesia de Jerusalén - Nueva persecución Hch 5,17-29

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "17 Intervino entonces el Sumo Sacerdote con todos sus partidarios, los de la secta de los saduceos. Llenos de envidia,

18 hicieron arrestar a los Apóstoles y los enviaron a la prisión pública.

19 Pero durante la noche, el Ángel del Señor abrió las puertas de la prisión y los hizo salir. Luego les dijo:

20 «Vayan al Templo y anuncien al pueblo todo lo que se refiere a esta nueva Vida».

21 Los Apóstoles, obedecieron la orden, entraron al Templo en las primeras horas del día, y se pusieron a enseñar. Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote y sus partidarios, convocaron al Sanedrín y a todo el Senado del pueblo de Israel, y mandaron a buscarlos a la cárcel.

22 Cuando llegaron los guardias a la prisión, no los encontraron. Entonces volvieron y dijeron:

23 «Encontramos la prisión cuidadosamente cerrada y a los centinelas de guardia junto a las puertas, pero cuando las abrimos, no había nadie adentro».

24 Al oír esto, el jefe del Templo y los sumos sacerdotes quedaron perplejos y no podían explicarse qué había sucedido.

25 En ese momento llegó uno, diciendo: «Los hombres que ustedes arrestaron, están en el Templo y enseñan al pueblo».

26 El jefe de la guardia salió con sus hombres y trajeron a los Apóstoles, pero sin violencia, por temor a ser apedreados por el pueblo.

27 Los hicieron comparecer ante el Sanedrín, y el Sumo Sacerdote les dijo:

28 «Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!».

29 Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 5,17-28  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Persecución por los saduceos y encarcelamiento de los Apóstoles 5,17-18.
  • Intervención angélica 5,19-25.
  • Reacción del Sanedrín 5,26-28.
  • Respuesta de los Apóstoles. 5,29.

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • Esta persecución viene precedida del relato de los milagros que el Espíritu Santo realizaba a través de los Apóstoles en las primeras comunidades y de la historia de Ananías y Safira. 

  • Después de su Resurrección, los Apóstoles mantuvieron un respeto religioso hacia el Templo (Hch 2,46; 3,1; 5,20.21).

  • En esta segunda encarcelación de los Apóstoles tienen participación especial los saduceos, que era una secta político-religiosa naturalmente impopulares entre las masas debido a su marcada tendencia a estar en estrecha colaboración con el poder dominante, mientras que los exclusivos y patrióticos fariseos se convirtieron cada vez más en los líderes del pueblo. Entre las diferencias religiosas entre las dos partes se pueden mencionar que los saduceos negaban la resurrección, la inmortalidad del alma, y la existencia de los ángeles (Mt. 22,23; Mc. 12,18; Hch. 23,8).  Esta encarcelaciòn permitió una liberación milagrosa que demostró el poder del Espíritu Santo.

  • Lucas refiere que "los apóstoles hacían muchos milagros y prodigios en el pueblo (Hch 5,12), y cuenta detalladamente varios milagros realizados por Pedro (Hch 3,6ss; 9,32-42) y por Pablo (Hch14,8ss; 20,9ss). En sus cartas el mismo Pablo habla de los milagros que acompañaban a su predicación (2Co 12,12; Rm 15,19) y de los que Dios obraba en las comunidades cristianas (Ga 3,5 1Co 12,9s).

  • Los prodigios y los signos (Hch 2,22 .43; 4,16.22) son igualmente expresión de la presencia activa del Espíritu Santo y se ponen al lado de la "palabra" como apoyo y como demostración (Hch 4,29s; 8,6ss): son las curaciones (Hch 4,16.22.30) y los exorcismos (Hch 5,16; 8,7; 16,18). Realizados por los apóstoles, no son de ellos, sino de Dios (Hch 3,12), que de esta forma y por medio de ellos realiza su plan de salvación y su propia obra, o es también el mismo Jesús en acción (Hch 4,29s), sobre todo el "nombre" de Jesús (Hch 3,6ss.16; 4,10;12.29s).

  • Un aspecto importante que san Lucas pone de relieve es el hecho de que la palabra de Dios también crece y se consolida misteriosamente a través del sufrimiento y en un ambiente de oposiciones y persecuciones (Hch 4,1-31 ; 5,17-42). La palabra que san Lucas indica está llamada a transformarse, para cada generación, en un acontecimiento espiritual capaz de renovar la existencia. La vida cristiana, suscitada y sostenida por el Espíritu, es diálogo interpersonal que se funda precisamente en la palabra que nos dirige el Dios vivo, pidiéndonos que la acojamos, sin reservas, en la mente y el corazón. Se trata, en definitiva, de convertirse en discípulos dispuestos a escuchar con sinceridad y disponibilidad al Señor, siguiendo el ejemplo de María de Betania, que "eligió la mejor parte", porque, "sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra" (Lc10,38-42).

Meditar: 

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Por qué la Palabra de Dios crece y se consolida en un ambiente de oposiciones y persecuciones?
  • ¿Estás dispuesto a escuchar con sinceridad y disponibilidad acogiendo sin reservas en la mente y el corazón la palabra de Dios?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: 

Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:
Oremos esta semana por todos aquellos misioneros que están siendo perseguidos por el Evangelio de nuestro Señor, para que les sostenga a ellos y nos contagie a nosotros de su valentía para llevar su Palabra al que lo necesita.


Despedida. 
Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

domingo, 5 de noviembre de 2023

Hch011 - Iglesia de Jerusalén - Ananías y Safira y milagros de los Apóstoles Hch 5,1-16

Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

 "1 Un hombre llamado Ananías, junto con su mujer, Safira, vendió una propiedad,

2 y de acuerdo con ella, se guardó parte del dinero y puso el resto a disposición de los Apóstoles.

3 Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás se apoderara de ti hasta el punto de engañar al Espíritu Santo, guardándote una parte del dinero del campo?

4 ¿Acaso no eras dueño de quedarte con él? Y después de venderlo, ¿no podías guardarte el dinero? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? No mentiste a los hombres sino a Dios».

5 Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido.

6 Vinieron unos jóvenes, envolvieron su cuerpo y lo llevaron a enterrar.

7 Unas tres horas más tarde, llegó su mujer, completamente ajena a lo ocurrido.

8 Pedro le preguntó: «¿Es verdad que han vendido el campo en tal suma?». Ella respondió: «Sí, en esa suma».

9 Pedro le dijo: «¿Por qué se han puesto de acuerdo para tentar así al Espíritu del Señor? Mira junto a la puerta las pisadas de los que acaban de enterrar a tu marido; ellos también te van a llevar a ti».

10 En ese mismo momento, ella cayó muerta a sus pies; los jóvenes, al entrar, la encontraron muerta, la llevaron y la enterraron junto a su marido.

11 Un gran temor se apoderó entonces de toda la Iglesia y de todos los que oyeron contar estas cosas.

12 Los Apóstoles hacían muchos signos y prodigios en el pueblo. Todos solían congregarse unidos en un mismo espíritu, bajo el pórtico de Salomón,

13 pero ningún otro se atrevía a unirse al grupo de los Apóstoles, aunque el pueblo hablaba muy bien de ellos.

14 Aumentaba cada vez más el número de los que creían en el Señor, tanto hombres como mujeres.

15 Y hasta sacaban a los enfermos a las calles, poniéndolos en catres y camillas, para que cuando Pedro pasara, por lo menos su sombra cubriera a alguno de ellos.

16 La multitud acudía también de las ciudades vecinas a Jerusalén, trayendo enfermos o poseídos por espíritus impuros, y todos quedaban curados."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 5,1-16  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto:

  • Ananías y Safira 5,1-11
  • Milagros de los Apóstoles 5,12-16

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • "¡Una buena nueva que empieza con dos cadáveres! Resulta extraña la historia de Ananías y Safira. De momento, bastará con ver el papel que este episodio desempeña en el conjunto. El pecado de Ananías y Safira se presenta como el primer pecado en la nueva comunidad. En cuanto tal, nos plantea el problema de la persistencia del mal en la iglesia: esta comunidad de la nueva alianza no se ve todavía libre del pecado. Por consiguiente, a través de este acto vemos que sigue siendo real la lucha entre Satanás y el Espíritu (los dos verdaderos actores de este drama), y que este pecado de Ananías y de Safira se convierte en el símbolo de todo pecado, algo así como el pecado original de esta nueva creación." (Pbro. Mario Montes M).
  • En este texto contemplamos el "poder que da el Espíritu para discernir lo oculto. Pedro no estaba presente cuando Ananías y Safira vendieron sus posesiones. Pero estaba presente por el Espíritu, y dijo: "¿Cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo?" (Hch 5,3). No era acusador ni tampoco testigo. ¿De dónde había llegado a conocer el hecho? "¿Es que mientras lo tenías no era tuyo, y una vez vendido no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto?" (Hch 5,4). Un hombre iletrado, Pedro, supo por la gracia del Espíritu lo que ni siquiera los mismos sabios de los griegos habían llegado a conocer." (San Cirilo Catequesis XVI El Espíritu Santo).
  • "podemos sacar dos conclusiones: la primera, la de no idealizar de tal manera aquellos primeros tiempos de la Iglesia, que nos creamos, al compararnos con ellas, unas comunidades cristianas de segundo orden; no debemos pensar que desde aquellos comienzos, que se alcanzaron alturas sublimes de comportamiento de cristianismo y que, por el contrario, hemos ido decayendo hasta el momento actual. La segunda, convencernos y esforzarnos para que las comunidades cristianas lleguen a una comunicación de bienes, según las formas sociales y económicas adecuadas en cada situación histórica y en cada época." (Pbro. Mario Montes M.)
  • "El mensaje teológico está claro. No es tanto un reproche a la actitud de no compartir todos los bienes, lo cual era lícito y no estaba tan mal visto, como lo podemos deducir de la complicada expresión de Hech 5,4, en boca de Pedro: “¿Acaso no eras dueño de quedarte con él? Y después de venderlo, ¿no podías guardarte el dinero?”. Esto demuestra que se podía vender o no; y que, incluso una vez vendido, uno podía quedarse con la cantidad que quisiera. Lo realmente malo en la conducta de este funesto matrimonio, es pretender engañar a la comunidad y aparentar ser mejor de lo que se es. Además de la soberbia o presunción que lleva consigo esta actitud, hay en ella un principio que daña seriamente la unidad y confianza de la comunidad cristiana. Por eso aparece un castigo tan radical. Su gesto hipócrita atenta contra las bases del amor mutuo al no proceder con corazón honrado y con sincera humildad." (Pbro. Mario Montes M)

Meditar: 

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Qué mueve nuestras intenciones para hacer el bien? ¿La voluntad de Dios o la acogida del mundo?
  • ¿Creemos lo que leemos, proclamamos lo que creemos, practicamos lo que proclamamos?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20).

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá:

Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:
Durante esta semana contemplemos las intenciones de nuestro corazón y desterremos de él toda intención que desagrade a Dios, o desintonice con el Amor para el que nos ha hecho sus hijos adoptivos en Cristo.


Despedida. 
Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
- Sagradas Escrituras: Ananías y Safira. Por EL Pbro. Mario Montes M. Enero 11 del 2022. ECOCATOLICO.org / https://www.ecocatolico.org/formacion-y-espiritualidad/sagradas-escrituras/item/1428-sagradas-escrituras-ananias-y-safira
Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

jueves, 28 de septiembre de 2023

Hch009 - Iglesia de Jerusalén - Pedro y Juan encarcelados - Hch 4,1-22

Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "1 Mientras los Apóstoles hablaban al pueblo, se presentaron ante ellos los sacerdotes, el jefe de los guardias del Templo y los saduceos,

2 irritados de que predicaran y anunciaran al pueblo la resurrección de los muertos cumplida en la persona de Jesús.

3 Estos detuvieron a los Apóstoles y los encarcelaron hasta el día siguiente, porque ya era tarde.

4 Muchos de los que habían escuchado la Palabra abrazaron la fe, y así el número de creyentes, contando sólo los hombres, se elevó a unos cinco mil.

5 Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes de los judíos, los ancianos y los escribas,

6 con Anás, el Sumo Sacerdote, Caifás, Juan, Alejandro y todos los miembros de las familias de los sumos sacerdotes.

7 Hicieron comparecer a los Apóstoles y los interrogaron: «¿Con qué poder o en nombre de quién ustedes hicieron eso?».

8 Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos,

9 ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue curado,

10 sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos.

11 El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular.

12 Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación»

 13 Los miembros del Sanedrín estaban asombrados de la seguridad con que Pedro y Juan hablaban, a pesar de ser personas poco instruidas y sin cultura. Reconocieron que eran los que habían acompañado a Jesús,

14 pero no podrían replicarles nada, porque el hombre que había sido curado estaba de pie, al lado de ellos.

15 Entonces les ordenaron salir del Sanedrín y comenzaron a deliberar,

16 diciendo: «¿Qué haremos con estos hombres? Porque no podemos negar que han realizado un signo bien patente, que es notorio para todos los habitantes de Jerusalén.

17 A fin de evitar que la cosa se divulgue más entre el pueblo, debemos amenazarlos, para que de ahora en adelante no hablen de ese Nombre».

18 Los llamaron y les prohibieron terminantemente que dijeran una sola palabra o enseñaran en el nombre de Jesús.

19 Pedro y Juan les respondieron: «Juzguen si está bien a los ojos del Señor que les obedezcamos a ustedes antes que a Dios.

20 Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído».

21 Después de amenazarlos nuevamente, los dejaron en libertad, ya que no sabían cómo castigarlos, por temor al pueblo que alababa a Dios al ver lo que había sucedido.

22 El hombre milagrosamente curado tenía más de cuarenta años."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 4,1-22  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Pedro y Juan encarcelados, 5000 hombres se convierten 4,1-4
  • Reunión del Sanedrín y pregunta sobre potestad y autoridad 4,5-7
  • Pedro y Juan ante el Consejo de Ancianos (III Discurso de San Pedro) 4,5-12
  • Deliberación del Consejo de Ancianos, amenaza y prohibición. 4,13-18
  • Respuesta de Pedro y Juan 4,19-20
  • Liberación de Pedro y Juan por temor al pueblo 4,21-22

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • Seguimos en el contexto del milagro realizado en el nombre de Jesús a través de Pedro y Juan al sanar la parálisis de nacimiento de un hombre conocido por mendigar a las puertas del templo durante toda su vida. En aquella ocasión Pedro realizó su segundo discurso a la multitud, del cual vemos el resultado al inicio de este texto: 5000 hombres se convirtieron. La reacción de las autoridades del templo es inmediata, los encarcelan. 

  • La transmisión de la fe cristiana es ante todo el anuncio de Jesucristo para llevar a la fe en Él. Desde el principio, los primeros discípulos ardieron en deseos de anunciar a Cristo: "No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" (Hch 4,20). Y ellos mismos invitan a los hombres de todos los tiempos a entrar en la alegría de su comunión con Cristo:" Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, -pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó - lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Os escribimos esto para que vuestro gozo sea completo" (I Jn 1,1-4). (Catecismo de la Iglesia Católica CEC 425).

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Puedes comentar una experiencia de darle a Cristo Jesús el Reinado, que Él tenga toda autoridad, poder y esté al volante de tu vida?
  • ¿En qué ocasiones has testimoniado a Cristo ante el mundo que se opone a Él?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: 

Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?


Hacer vida la palabra
Durante ésta semana respondamos al impulso interno de amor que tiende hacerse don exterior y seamos testigos de Cristo Jesús con nuestras vidas, en nuestra cotidianidad, alimentando el deseo y la resolución de que sea conocido nuestro salvador, no solo por nuestras palabras sino también por nuestro actuar.


Despedida. 
Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-San Cirilo - Catequesis XVII - El Espìritu Santo.

Hch010 - Iglesia de Jerusalén - Acción de gracias de los fieles, la caridad de los primeros cristianos Hch 4,23-37

Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "23 Una vez en libertad, los Apóstoles regresaron adonde estaban sus hermanos, y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.

24 Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: «Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos;

25 tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: "¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?

26 Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido".

27 Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido.

28 Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano.

29 Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda libertad:

30 extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús.

31 Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.

32 La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos.

33 Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.

34 Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían

35 y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.

36 Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé –que quiere decir hijo del consuelo– un levita nacido en Chipre

37 que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 4,23-37  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto:

  • Acción de Gracias de los fieles después de las amenazas del Sanedrin (Consejo de Ancianos) 4,23-31
  • Segundo pentecostés, temblor de tierra v 31.
  • Las primeras comunidades cristianas unidas en la oración y la caridad 4,32-37

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • La lectura está en el contexto de la respuesta viva y llena del entusiasmo de la comunidad cristiana al experimentar el sostén providente de Dios al liberar a los apóstoles de la persecución del sanedrín y al constatar los signos que a través de sus apóstoles el Señor realizaba en medio de ellos, por obra de su Espíritu Santo.
  • Hay un pequeño esbozo de las primeras comunidades cristianas que vivían en la unidad, aún siendo multitud de diferentes personas en ella se "tenía un solo corazón y una sola alma". “Todo lo tenían en común” (Hch4,32): "Todo lo que posee el verdadero cristiano debe considerarlo como un bien en común con los demás y debe estar dispuesto y ser diligente para socorrer al necesitado y la miseria del prójimo" (Catech. Rom. 1, 10, 27). El cristiano es un administrador de los bienes del Señor (cf. Lc 16,1.3).(Catecismo de la Iglesia Católica - CEC 952).

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿puedes compartir una experiencia de ser testigo de Jesucristo en tu familia, trabajo, comunidad? 
  • ¿cómo administras los bienes que Dios te ha dado para lograr el bien común?


Orar:

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20).

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: 

Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:

Durante esta semana contemplemos la acción de Dios providente en nuestra vida y démosle gracias haciendo actos de caridad con nuestro prójimo.


Despedida. Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

domingo, 17 de septiembre de 2023

Hch008 - Iglesia de Jerusalén - Segundo discurso de San Pedro (parte 2 de 2) Hch 3,14-26

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén.

 (oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles según San Lucas. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "14 Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo como una gracia la liberación de un homicida,

15 mataron al autor de la vida. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

16 Por haber creído en su Nombre, ese mismo Nombre ha devuelto la fuerza al que ustedes ven y conocen. Esta fe que proviene de él, es la que lo ha curado completamente, como ustedes pueden comprobar.

17 Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes obraron por ignorancia, lo mismo que sus jefes.

18 Pero así, Dios cumplió lo que había anunciado por medio de todos los profetas: que su Mesías debía padecer.

19 Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados.

20 Así el Señor les concederá el tiempo del consuelo y enviará a Jesús, el Mesías destinado para ustedes.

21 El debe permanecer en el cielo hasta el momento de la restauración universal, que Dios anunció antiguamente por medio de sus santos profetas.

22 Moisés, en efecto, dijo: "El Señor Dios suscitará para ustedes, de entre sus hermanos, un profeta semejante a mí, y ustedes obedecerán a todo lo que él les diga.

23 El que no escuche a ese profeta será excluido del pueblo".

24 Y todos los profetas que ha hablado a partir de Samuel, anunciaron también estos días.

25 Ustedes son los herederos de los profetas y de la Alianza que Dios hizo con sus antepasados, cuando dijo a Abraham: "En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra".

26 Ante todo para ustedes Dios resucitó a su Servidor, y lo envió para bendecirlos y para que cada uno se aparte de sus iniquidades»."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 3,14-26  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

Pedro habla a la muchedumbre (II Discurso de San Pedro) 3,11-26

  • Hace ver la culpa y el pecado (v. 14-15).
  • Testimonia que la fe en Jesús sanó al paralítico (v.16).
  • Afirma que Sé que obraron por ignorancia (v 17).
  • Exhortación a la conversión y penitencia (v.18-19).
  • Cumplimiento de las profecías (v. 18-24)
  • Ustedes son los herederos de las profecías (v.25-26).

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • El texto es la continuación y parte del segundo discurso de Pedro el día en que junto a Juan, Dios tuvo la Gracia de sanar al hombre paralítico de nacimiento que había mendigado toda su vida a la puerta del templo. (v 1-10).
 
  • "Tenemos a un abogado que habla en nuestro nombre. ¿Quién es este abogado que se hace nuestro portavoz? La liturgia de hoy nos da una respuesta completa: «Tenemos a un abogado ante el Padre: a Jesucristo, el justo» (1JN 2,1). Leemos en los Hechos de los Apóstoles: «El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús» (Hch3,13). A él sus compatriotas lo traicionaron y renegaron, incluso cuando Pilato quería ponerlo en libertad. Pidieron que fuera indultado en su lugar un asesino, Barrabás. De ese modo, condenaron a la muerte al autor de la vida (cf.  Hch  3,13-15).  Pero «Dios lo resucitó de entre los muertos» (Hch 3,15). Así habla Pedro, que fue testigo directo de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Como tal, fue enviado a los hijos de Israel y a todas las naciones del mundo. Sin embargo, al dirigirse a sus compatriotas, no sólo los acusa; también los excusa: «Hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia y vuestras autoridades lo mismo» (Hch 3,17).  Pedro es testigo consciente de la verdad sobre el Mesías que, en la cruz, cumplió las antiguas profecías: Jesucristo se ha convertido en abogado ante el Padre, el abogado del pueblo elegido y de toda la humanidad." (Juan Pablo II Homilía 13 de abril de 1997)

        Meditar: 

        Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

        (Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

        • ¿Qué te llama la atención del texto?
        • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
        • ¿Estoy siendo un verdadero apóstol y servidor de Jesús?
        • ¿Crees que lo reniegas al pecar?
        • ¿Tienes a Jesús como abogado ante el Padre por ti?
        • ¿Te sabes heredero amado de las profecías de salvación?

        Orar: 

        Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

        (Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

        Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
        • Padre Nuestro ...
        • Dios te Salve María ...
        • Gloria ...

        Contemplar: 
        Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
        ¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
        ¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
        ¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

        Hacer vida la palabra
        Durante ésta semana esforcémonos por hacer una verdadera penitencia interior, una reorientación radical de toda la vida, un retorno a la conversión a Dios con todo nuestro corazón, rompiendo con el pecado, detestando el mal y al mismo tiempo alimentando el deseo y la resolución de cambiar de vida, con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su Gracia.

        Despedida. Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


        Bibliografía:

        -Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
        -Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
        -CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
        -Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II
        -Homilía San Juan Pablo II en Santiago de Chile jueves 2 de abril de 1987.
        -Homilía de San Juan Pablo II – Viaje apostólico a Polonia – martes 8 de junio de 1999.
        -Catena Aurea 5630 - San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 82,3.
        - Discurso de San Juan Pablo II en visita a los enfermos en Ciudad de México -  24 enero 1999