domingo, 31 de marzo de 2024

Hch024 - Las primeras misiones - La visita del ángel a Cornelio el centurión y del éxtasis de San Pedro Hch 10,1-33

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

 "1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte itálica.

2 Era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia; hacía abundantes limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar.

3 Este hombre tuvo una visión: un día, cerca de las tres de la tarde, vio claramente al Angel de Dios que entraba en su casa y le decía: «Cornelio».

4 Este lo miró lleno de temor, y le preguntó: «¿Qué quieres de mí, Señor?». El Angel le dijo: «Tus oraciones y tus limosnas han llegado hasta Dios y él se ha acordado de ti.

5 Envía ahora algunos hombres a Jope en busca de Simón, llamado Pedro,

6 que se hospeda en la casa de un tal Simón, un curtidor que vive a la orilla del mar».

7 En cuanto el Angel se alejó, Cornelio llamó a dos de sus servidores y a un soldado piadoso de los que estaban a sus órdenes.

8 Después de haberles contado lo sucedido, los envió a Jope.

9 Al día siguiente, mientras estos se acercaban a la ciudad, Pedro, alrededor del mediodía, subió a la terraza para orar.

10 Como sintió hambre, pidió de comer. Mientras le preparaban la comida, cayó en éxtasis y tuvo una visión:

11 vio que el cielo se abría y que bajaba a la tierra algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas.

12 Dentro de él había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves del cielo.

13 Y oyó una voz que le decía: «Vamos, Pedro, mata y come».

14 Pero Pedro respondió: «De ninguna manera, señor, yo nunca he comido nada manchado ni impuro».

15 La voz le habló de nuevo, diciendo: «No consideres manchado lo que Dios purificó».

16 Esto se repitió tres veces, y luego, todo fue llevado otra vez al cielo.

17 Mientras Pedro, desconcertado, se preguntaba qué podía significar la visión que acababa de tener, llegaron los hombres enviados por Cornelio. Estos averiguaron dónde vivía Simón y se presentaron ante la puerta de la casa.

18 Golpearon y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.

19 Como Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el Espíritu Santo le dijo: «Allí hay tres hombres que te buscan.

20 Baja y no dudes en irte con ellos, porque soy yo quien los he enviado».

21 Pedro bajó y se acercó a ellos, diciendo: «Yo soy el que ustedes buscan. ¿Para qué vinieron?».

22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, que goza de la estima de todos los judíos, recibió de un ángel de Dios la orden de conducirse a su casa para escuchar tus palabras».

23 Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope.

24 Al otro día, llegaron a Cesarea. Cornelio los esperaba, y había reunido a su familia y a sus amigos íntimos.

25 Cuando Pedro entró, Cornelio fue a su encuentro y se postró a sus pies.

26 Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: «Levántate, porque yo no soy más que un hombre».

27 Y mientras seguía conversando con él, entró y se encontró con un grupo numeroso de personas, que estaban reunidas allí.

28 Dirigiéndose a ellas, les dijo: «Ustedes saben que está prohibido a un judío tratar con un extranjero o visitarlo. Pero Dios acaba de mostrarme que no hay que considerar manchado o impuro a ningún hombre.

29 Por eso, cuando ustedes me llamaron, vine sin dudar. Y ahora quisiera saber para qué me llamaron».

30 Cornelio le respondió: «Hace tres días me encontraba orando en mi casa, alrededor de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre con vestiduras resplandecientes,

31 y me dijo: «Cornelio, tu oración ha sido escuchada y Dios se ha acordado de tus limosnas.

32 Manda a buscar a Simón, llamado Pedro, que está en Jope, a la orilla del mar, en la casa de Simón el curtidor».

33 En seguida te mandé a buscar y has hecho bien en venir. Ahora estamos reunidos delante de Dios, para escuchar lo que el Señor te ha mandado decirnos». "

- Palabra de Dios. 

(Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Pedro va a casa de un centurión Romano. vv.1-33
    • Visión angélica de Cornelio vv. 1- 8
    • Oración y éxtasis de San Pedro vv. 9-16
    • Encuentro de los enviados por Cornelio y San Pedro vv. 17 - 23
    • Encuentro entre Pedro y Cornelio vv. 24 - 32
    • Disposición a escuchar todo lo que ha sido ordenado por Dios. v.33

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)






  • Este relato se enmarca en la misión petrina, en la que vimos a San Pedro visitando las comunidades de Lida y Jope, quien lleno del Espíritu Santo obró, a través de él, milagros patentes. 
  • Comienza el relato con la aparición de un ángel del Señor a Cornelio el Centurión en Cesaréa Marítima, y le ordena buscar a Pedro en Jope. Los ángeles son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales, e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Ellos le pertenecen y los ha hecho mensajeros de su designio de salvación. De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles. (cf. Catecismo # 330,331,334)
  • Desde el día de Pentecostés, Pedro gobierna la Iglesia, velando por su fidelidad al Evangelio y guiando sus primeros contactos con el mundo de los gentiles. Su ministerio se manifiesta, de modo particular, en los momentos decisivos que marcan el ritmo del crecimiento de la Iglesia apostólica. En efecto, es él quien acoge en la comunidad de los creyentes al primer convertido del paganismo. (Homilía de San Juan Pablo II - martes 29 de junio de 1999).
  • En todo tiempo y en todo pueblo es grato a Dios quien le teme y practica la justicia (cf. Hch 10,35). Sin embargo, fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente. Por ello eligió al pueblo de Israel como pueblo suyo, pactó con él una alianza y le instruyó gradualmente, revelándose a Sí mismo y los designios de su voluntad a través de la historia de este pueblo, y santificándolo para Sí. Pero todo esto sucedió como preparación y figura de la alianza nueva y perfecta que había de pactarse en Cristo y de la revelación completa que había de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho carne. «He aquí que llegará el tiempo, dice el Señor, y haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá... Pondré mi ley en sus entrañas y la escribiré en sus corazones, y seré Dios para ellos y ellos serán mi pueblo... Todos, desde el pequeño al mayor, me conocerán, dice el Señor» (Jer 31,31-34). Ese pacto nuevo, a saber, el Nuevo Testamento en su sangre (cf.  I Cor 11,25), lo estableció Cristo convocando un pueblo de judíos y gentiles, que se unificara no según la carne, sino en el Espíritu, y constituyera el nuevo Pueblo de Dios. Pues quienes creen en Cristo, renacidos no de un germen corruptible, sino de uno incorruptible, mediante la palabra de Dios vivo (cf. I Pe 1,23), no de la carne, sino del agua y del Espíritu Santo (cf. Jn 3,5-6), pasan, finalmente, a constituir «un linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo de adquisición..., que en un tiempo no era pueblo y ahora es pueblo de Dios» (I Pe 2,9-10).

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Oras pidiendo respetuosa y cariñosamente la asistencia de tu ángel custodio para discernir la mociones que llevan a Dios y cuáles te alejan?
  • ¿Puedes compartir una experiencia sobrenatural de la oración?


Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra.


Despedida.
 Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
https://blogcatedranaval.com/2018/04/03/el-puerto-de-cesarea-maritima-la-obra-de-herodes/
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

domingo, 24 de marzo de 2024

Hch023 - Las primeras misiones - Pedro en misión sanadora Hch 9,32-43

Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

 32 Pedro, en una gira por todas las ciudades, visitó también a los santos que vivían en Lida.

33 Allí encontró a un paralítico llamado Eneas, que estaba postrado en cama desde hacía ocho años.

34 Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te devuelve la salud: levántate, y arregla tú mismo la cama». El se levantó en seguida,

35 y al verlo, todos los habitantes de Lida y de la llanura de Sarón se convirtieron al Señor.

36 Entre los discípulos de Jope había una mujer llamada Tabitá, que quiere decir «gacela». Pasaba su vida haciendo el bien y repartía abundantes limosnas.

37 Pero en esos días se enfermó y murió. Después de haberla lavado, la colocaron en la habitación de arriba.

38 Como Lida está cerca de Jope, los discípulos, enterados de que Pedro estaba allí, enviaron a dos hombres para pedirle que acudiera cuanto antes.

39 Pedro salió en seguida con ellos. Apenas llegó, lo llevaron a la habitación de arriba. Todas las viudas lo rodearon y, llorando, le mostraban las túnicas y los abrigos que les había hecho Tabitá cuando vivía con ellas.

40 Pedro hizo salir a todos afuera, se puso de rodillas y comenzó a orar. Volviéndose luego hacia el cadáver, dijo: «Tabitá, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.

41 El la tomó de la mano y la hizo levantar. Llamó entonces a los hermanos y a las viudas, y se las devolvió con vida.

42 La noticia se extendió por toda la ciudad de Jope, y muchos creyeron en el Señor.

43 Pedro permaneció algún tiempo en Jope, en la casa de un curtidor llamado Simón."

- Palabra de Dios. 

(Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Pedro cura en Lida a un paralítico. vv. 32 - 35.
  • Pedro resucita en Jope a una mujer. vv. 36 - 43.

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)



  • El Señor resucitado renueva este envío ("En mi nombre...impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien"; Mc 16,17-18) y lo confirma con los signos que la Iglesia realiza invocando su nombre (cf. Hch 9,34 Hch 14,3). Estos signos manifiestan de una manera especial que Jesús es verdaderamente "Dios que salva" (cf Mt 1,21 Hch 4,12). (Catecismo de la Iglesia Católica #. 1507)

  • Pedro... bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida (Hch 9, 32; cfr. 9, 41; y también 9, 13 «a tus santos en Jerusalén»).En todos estos casos se trata de los cristianos, o de los «fieles», es decir, de los «hermanos» que han recibido el Espíritu Santo. Es precisamente Él, el Espíritu Santo, el artífice directo de aquella santidad, sobre la que ―mediante la participación en la santidad de Dios mismo―, se edifica toda la vida cristiana: «...habéis sido santificados... en el Espíritu de nuestro Dios» (1 Co 6, 11; cf. 2 Ts 2, 13; 1 P 1, 2). (Audiencia General. San Juan Pablo II del miércoles 16 de agosto de 1989)

  • Pedro  era el discípulo, el primero,"... "al recordar las imágenes, las figuras, las metáforas con que el Señor se valió para hacernos comprender lo que debía ser su elegido. Observad. La imagen más corriente es la de la piedra, de roca; el mismo nombre de Pedro la proclama."... "La piedra es dura, es fuerte, es estable, es duradera; es la base del edificio, lo sostiene todo... y el edificio se llama la Iglesia: “Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.Pero hay otras imágenes referidas a Pedro que merecerían explicación y meditación; imágenes empleadas por el mismo Cristo, llenas de profundo significado. Las llaves, "... " para significar la plenitud de poder que se ejerce no sólo en la tierra, sino también en el cielo. "... " la red de Pedro, dos veces lanzada en el Evangelio para conseguir una pesca milagrosa "... " significado de la misión histórica y universal confiada al sencillo pescador del lago de Genesaret. ¿Y la figura del pastor? “Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas” (Jn 21, 16-17), "... "queriéndonos dar a entender que el designio de nuestra salvación implica una relación necesaria entre nosotros y él, Sumo Pastor. " ... " encontraremos otras imágenes significativas, como la de la moneda (Mt 17, 25), que por orden de Cristo pescó Pedro para pagar el tributo; la de la barca de Pedro a la que Cristo subía y desde la cual enseñaba (Lc 5, 3); la del lienzo bajado del cielo en la visión de Jope (Hch 10, 3), y la de las cadenas que caen de las muñecas de Pedro (Hch 12, 7) y la del gallo que canta para recordar a Pedro su fragilidad humana (Mc 14, 72), y la del círculo que un día, el último, para significar el martirio del Apóstol, rodeará los flancos de Pedro (Jn 21,18) ; por no decir nada de las imágenes referidas a Pedro y a los demás Apóstoles: “Vosotros sois la sal de la tierra, la luz del mundo” (Mt 5, 13 y 14). Todas estas imágenes características del lenguaje bíblico y evangélico especialmente, encierran grandes y preciosos significados," ... " La devoción a San Pedro nos hace de esta forma encontrarnos con el pensamiento de Cristo. Este es el encuentro espiritual que deseamos podáis hacer también vosotros en este momento y siempre. San Ambrosio ha escrito las famosas palabras “Ubi Petrus ibi Ecclesia” (Donde está Pedro allí está la Iglesia) (In Ps. 40, 30; P. L. 14, 1082). Nosotros podemos añadir: Donde está Pedro y con él la Iglesia, allí está Cristo. (San Pablo VI . Audiencia General del 17/06/1964).

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Cómo has experimentado la misión sanadora de la Iglesia?
  • ¿Recuerdas algún efecto sanador que las palabras y obras de un sucesor de Pedro haya realizado en tu vida?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra.

Despedida.
 Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

domingo, 17 de marzo de 2024

Hch022 - Las primeras misiones - Pablo y Pedro Hch 9,19-31

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

"19 Después comió algo y recobró sus fuerzas. Saulo permaneció algunos días con los discípulos que vivían en Damasco,

20 y luego comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios.

21 Todos los que oían quedaban sorprendidos y decían: «¿No es este aquel mismo que perseguía en Jerusalén a los que invocan este Nombre, y que vino aquí para llevarlos presos ante los jefes de los sacerdotes?».

22 Pero Saulo, cada vez con más vigor, confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es realmente el Mesías.

23 Al cabo de un tiempo, los judíos se pusieron de acuerdo para quitarle la vida,

24 pero Saulo se enteró de lo que tramaban contra él. Y como los judíos vigilaban noche y día las puertas de la ciudad, para matarlo,

25 sus discípulos lo tomaron durante la noche, y lo descolgaron por el muro, metido en un canasto.

26 Cuando llegó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían desconfianza porque no creían que también él fuera un verdadero discípulo.

27 Entonces Bernabé, haciéndose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía había predicado en Damasco en el nombre de Jesús.

28 Desde ese momento, empezó a convivir con los discípulos en Jerusalén y predicaba decididamente en el nombre del Señor.

29 Hablaba también con los judíos de lengua griega y discutía con ellos, pero estos tramaban su muerte.

30 Sus hermanos, al enterarse, lo condujeron a Cesarea y de allí lo enviaron a Tarso.

31 La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo. "

- Palabra de Dios. 

(Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Predicación de Pablo en Damasco vv 19 - 25.
  • Pablo en Jerusalén vv. 26 - 30.
  • Período de tranquilidad de la Iglesia. vv. 31.

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • En la anterior ocasión reflexionamos acerca de la conversión de Pablo, la intervención de Jesús que salió al encuentro del perseguidor de su Iglesia, convirtiéndolo en instrumento para difundir el Evangelio. En esta lectura vemos la primera predicación de Pablo en Damasco y su huida hacia Jerusalén. 

  • "¿Quieres saber que los Apóstoles conocieron y anunciaron el nombre de Cristo, y que más bien tuvieron en sí mismos al mismo Cristo? Pablo dice a sus oyentes: "... ya que queréis una prueba de que habla en mi Cristo" (II Co 13,3). Pablo anuncia a Cristo diciendo: "No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús" (II Co 4,5). Pero, ¿quién es el que así habla? El que anteriormente era perseguidor. ¡Oh gran milagro! El que antes fue perseguidor anuncia ahora a Cristo. ¿Y por qué razón? ¿Ganado por el dinero? Pero no había nadie que lo persuadiese con tales artes. ¿O acaso lo había visto personalmente en la tierra y actuaba impulsado por reverencia y pudor? En realidad ya había marchado al cielo. El (Pablo) había partido como perseguidor y, luego de tres días en Damasco, el que se dedicaba a perseguir se convierte en su pregonero (Hch 9,1-25). ¿En virtud de qué? Algunos citan testigos de su casa para cosas familiares, pero yo te he traído como testigo a quien antes había sido enemigo. ¿Todavía tienes dudas? Grande es ciertamente el testimonio de Pedro y Juan, pero podría considerarse con cierta sospecha, pues eran familiares (de Cristo). Pero cuando quien antes era enemigo ahora afronta la muerte en favor del mismo asunto, no hay ya lugar para dudar acerca de la verdad." San Cirilio de Jerusalén (Catequesis X, Un solo Señor Jesucristo)

  • Pablo se movía en Jerusalén "predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo" (Hch 9,28-29). Con la misión de Pablo se prepara la propagación de la Iglesia, llevando el mensaje evangélico a todas las partes. Y en esta expansión, no han faltado nunca las persecuciones y violencias contra los anunciadores de la Buena Nueva. Pero, por encima de las adversidades humanas, la Iglesia cuenta con la promesa de la asistencia divina. Por eso, hemos oído que "la Iglesia gozaba de paz [...] Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo" (Hch 9,31).  Bien podemos aplicar este fragmento de los Hechos de los Apóstoles a la situación que tuvieron que vivir Cristóbal Magallanes y sus 24 compañeros, mártires en el primer tercio del siglo XX. La mayoría pertenecía al clero secular y tres de ellos eran laicos seriamente comprometidos en la ayuda a los sacerdotes. No abandonaron el valiente ejercicio de su ministerio cuando la persecución religiosa arreció en la amada tierra mexicana, desatando un odio a la religión católica. Todos aceptaron libre y serenamente el martirio como testimonio de su fe, perdonando explícitamente a sus perseguidores. Fieles a Dios y a la fe católica tan arraigada en sus comunidades eclesiales a las cuales sirvieron promoviendo también su bienestar material, son hoy ejemplo para toda la Iglesia y para la sociedad mexicana en particular. (homilía de San Juan Pablo II domingo 21 de mayo del 2000).

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Qué te hace pensar la actitud de Pablo anterior enemigo de Cristo que ahora está dispuesto a morir por Él?
  • ¿Qué mártir de la Iglesia te infunde valentía en tu vida cristiana?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra: 


Despedida.
 Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

domingo, 10 de marzo de 2024

Hch021 - Las primeras misiones - el llamado de Saulo Hch 9,1-18

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

1 Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote

2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o mujeres.

3 Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor.

4 Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?».

5 El preguntó: «¿Quién eres tú Señor?». «Yo soy Jesús, a quien tú persigues, le respondió la voz.

6 Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer».

7 Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque oían la voz, pero no veían a nadie.

8 Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.

9 Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber.

10 Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en una visión: «¡Ananías!». El respondió: «Aquí estoy, Señor».

11 El Señor le dijo: «Ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso.

12 El está orando y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para devolverle la vista».

13 Ananías respondió: «Señor, oí decir a muchos que este hombre hizo un gran daño a tus santos en Jerusalén.

14 Y ahora está aquí con plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre».

15 El Señor le respondió: «Ve a buscarlo, porque es un instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre a todas las naciones, a los reyes y al pueblo de Israel.

16 Yo le haré ver cuánto tendrá que padecer por mi Nombre».

17 Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saulo, hermano mío, el Señor Jesús –el mismo que se te apareció en el camino– me envió a ti para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo».

18 En ese momento, cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 9,1-18.  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Saulo perseguidor de los cristianos vv 1 - 2
  • Dios sale a su encuentro vv 3 - 7
  • Ceguera de Saulo y ayuno, vv 8 - 9
  • Ananías es llamado a ir al encuentro de Saulo vv 10 - 16
  • Sanación y bautismo de Saulo como Pablo vv 17 - 18.

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • Tras la diáspora que ocasionó la persecución de los judíos, desatada a partir de la muerte de San Esteban, hemos presenciado algunos de los actos misioneros de los apóstoles. La persecución de los cristianos tiene a la cabeza a Saulo de Tarso, quien marcha hacia Damasco - el lugar más lejano donde había llegado los cristianos en ese momento  - y detener la cristiandad desde allí aniquilando a los seguidores del Camino de Damasco hasta Jerusalén. El relato que narra Lucas en Hechos muestra la cercanía de Dios en asistir a su Iglesia y la transformación del corazón del perseguidor al de apóstol.
  • "Envuelto en una luz deslumbrante, el Señor se le apareció diciéndole: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?», mientras una fuerza misteriosa lo arrojaba al suelo. «¿Quién eres, Señor?», había preguntado Saulo. «Yo soy Jesús, a quien tú persigues» (Hch 9,5). Esta fue la respuesta de Cristo. Saulo perseguía a los seguidores de Jesús, y Jesús le hacía saber que, en ellos, lo perseguía a él mismo, a Jesús de Nazaret, el Crucificado, de quien los cristianos afirmaban que había resucitado. Si Saulo experimentaba en ese momento su poderosa presencia, era evidente que Dios lo había resucitado realmente de entre los muertos. Era precisamente él el Mesías esperado por Israel, era él el Cristo vivo y presente en la Iglesia y en el mundo."  ¿Podía comprender Saulo únicamente con su razón todo lo que implicaba ese acontecimiento? Ciertamente, no. En efecto, formaba parte de los designios misteriosos de Dios. El Padre dará a Pablo la gracia de conocer el misterio de la redención, realizada en Cristo. Dios le permitirá comprender la estupenda realidad de la Iglesia, que vive por Cristo, con Cristo y en Cristo. Y él, partícipe de esta verdad, no dejará de proclamarla incansablemente hasta los últimos confines de la tierra. Pablo comenzará en Damasco su itinerario apostólico, que lo llevará a difundir el Evangelio en muchas partes del mundo entonces conocido. Así, su impulso misionero contribuirá al cumplimiento del mandato que Cristo dio a los Apóstoles:  «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes...» (Mt 28,19)." (San Juan Pablo II Homilia 29 junio 2000)

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Eres capaz de contemplar en el fondo del corazón del que persigue el rostro de Jesús?
  • ¿Haz experimentado en tu vida el poder de la ternura de Dios que conquista y transforma el corazón humano?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:
Durante esta semana oremos por los que adversan a la Iglesia, por la pacificación de sus almas y la conversión de los pecadores. Contemplemos la ternura de Dios como la única fuerza capaz de conquistar el corazón humano.


Despedida.
 Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II

sábado, 2 de marzo de 2024

Hch020 - Las primeras misiones - el caso de Simón el Mago Hch 8,9-25

 Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente)

"9 Desde hacía un tiempo, vivía en esa ciudad un hombre llamado Simón, el cual con sus artes mágicas tenía deslumbrados a los samaritanos y pretendía ser un gran personaje.

10 Todos, desde el más pequeño al más grande, lo seguían y decían: «Este hombre es la Fuerza de Dios, esa que es llamada Grande».

11 Y lo seguían, porque desde hacía tiempo los tenía seducidos con su magia.

12 Pero cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba la Buena Noticia del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, todos, hombres y mujeres, se hicieron bautizar.

13 Simón también creyó y, una vez bautizado, no se separaba de Felipe. Al ver los signos y los grandes prodigios que se realizaban, él no salía de su asombro.

14 Cuando los Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que los samaritanos habían recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.

15 Estos, al llegar, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo.

16 Porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en el nombre del Señor Jesús.

17 Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.

18 Al ver que por la imposición de las manos de los Apóstoles se confería el Espíritu Santo, Simón les ofreció dinero,

19 diciéndoles: «Les ruego que me den ese poder a mí también, para que aquel a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo».

20 Pedro le contestó: «Maldito sea tu dinero y tú mismo, Porque has creído que el don de Dios se compra con dinero.

21 Tú no tendrás ninguna participación en ese poder, porque tu corazón no es recto a los ojos de Dios.

22 Arrepiéntete de tu maldad y ora al Señor: quizá él te perdone este mal deseo de tu corazón,

23 porque veo que estás sumido en la amargura de la hiel y envuelto en los lazos de la iniquidad».

24 Simón respondió: «Rueguen más bien ustedes al Señor, para que no me suceda nada de lo que acabas de decir».

25 Y los Apóstoles, después de haber dado testimonio y predicado la Palabra del Señor, mientras regresaban a Jerusalén, anunciaron la Buena Noticia a numerosas aldeas samaritanas.  "

- Palabra de Dios. 

 Hechos 8,9-25.  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Presentación de Simón el Mago y su influjo en la población de Samaría. vv 9-11.
  • Conversión masiva por evangelización de San Felipe y conversión de Simón el Mago vv. 12-13.
  • Pedro y Juan en Samaría y confirmación a través de la imposición de manos vv. 14-17.
  • Intento de Simón el Mago de comprar la Gracia vv.18-19.
  • Respuesta de San Pedro vv 20-23.
  • Ruego de Simón el Mago v 24.
  • Continuación de la misión de los Apóstoles por Samaria v 25.

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • Entre los símbolos del Espíritu Santo está: La mano. Imponiendo las manos Jesús cura a los enfermos y bendice a los niños. En su Nombre, los Apóstoles harán lo mismo. Más aún, mediante la imposición de manos de los Apóstoles el Espíritu Santo nos es dado. En la carta a los Hebreos, la imposición de las manos figura en el número de los "artículos fundamentales" de su enseñanza. Este signo de la efusión todopoderosa del Espíritu Santo, la Iglesia lo ha conservado en sus epíclesis sacramentales. Es esta imposición de las manos la que ha sido, con toda razón, considerada por la tradición católica como el primitivo origen del sacramento de la Confirmación, el cual perpetúa, en cierto modo, en la Iglesia, la gracia de Pentecostés" 
  • El catecismo enseña la intención de Simón el Mago con la palabra: "simonía" que define como la compra o venta de cosas espirituales. A Simón el mago, que quiso comprar el poder espiritual del que vio dotado a los apóstoles, Pedro le responde: ‘Vaya tu dinero a la perdición y tú con él, pues has pensado que el don de Dios se compra con dinero’. Así se ajustaba a las palabras de Jesús: ‘Gratis lo recibisteis, dadlo gratis’. Es imposible apropiarse de los bienes espirituales y de comportarse respecto a ellos como un poseedor o un dueño, pues tienen su fuente en Dios. Sólo es posible recibirlos gratuitamente de Él.

Meditar:

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Te detienes a discernir las intenciones de tu corazón al orar a Dios?
  • ¿Has presenciado alguna vez alguien que quiera hacer negocio o comprar el don de Dios?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:
Durante la semana contemplemos la gratuidad y la grandeza del Amor de Dios en nuestra vida y agradezcamos de corazón queriendo agradarle en todo.

Despedida.
 Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II