sábado, 2 de diciembre de 2023

Hch013 - Iglesia de Jerusalén - Discurso de Pedro y los Apóstoles - discurso de Gamaliel Hch 5,29-42

Invocación al Espíritu Santo: 

Entremos en la presencia del Señor 

(hacer la señal de la cruz)

¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén. 

(oración Santa Catalina de Siena)

Lectura orante de la Palabra: 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles. 

(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)

 "29 Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

30 El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo.

31 A Él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados.

32 Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen».

33 Al oír estas palabras, ellos se enfurecieron y querían matarlos.

34 Pero un fariseo, llamado Gamaliel, que era doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en medio del Sanedrín. Después de hacer salir por un momento a los Apóstoles,

35 dijo a los del Sanedrín: «Israelitas, cuídense bien de lo que van a hacer con esos hombres.

36 Hace poco apareció Teudas, que pretendía ser un personaje, y lo siguieron unos cuatrocientos hombres; sin embargo, lo mataron, sus partidarios se dispersaron, y ya no queda nada.

37 Después de él, en la época del censo, apareció Judas de Galilea, que también arrastró mucha gente: igualmente murió, y todos sus partidarios se dispersaron.

38 Por eso, ahora les digo: No se metan con esos hombres y déjenlos en paz, porque si lo que ellos intentan hacer viene de los hombres, se destruirá por sí mismo,

39 pero si verdaderamente viene de Dios, ustedes no podrán destruirlos y correrán el riesgo de embarcarse en una lucha contra Dios». Los del Sanedrín siguieron su consejo:

40 llamaron a los Apóstoles, y después de hacerlos azotar, les prohibieron hablar en el nombre de Jesús y los soltaron.

41 Los Apóstoles, por su parte, salieron del Sanedrín, dichosos de haber sido considerados dignos de padecer por el nombre de Jesús.

42 Y todos los días, tanto en el Templo como en las casas, no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Noticia de Cristo Jesús."

- Palabra de Dios. 

 Hechos 5,29 - 42  (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)

R: - Te alabamos Señor.

Estructura del texto: 

  • Tercer discurso de San Pedro 5,29-33
  • Discurso de Gamaliel 5,34-42
  • Apóstoles felices por padecer por Cristo 5,40-42

Contexto:

(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)

  • Esta lectura está enmarcada en la persecución que sufrieron los Apóstoles en Jerusalén iniciada por los Saduceos, que llevó a su prendimiento y la milagrosa liberación, sucede la escena de la comparecencia de ellos ante el Sanedrín. Y cierra la primera parte del Libro de Hechos de los Apóstoles sobre la Iglesia de Jerusalén, para iniciar la segunda parte sobre las primeras misiones.
  • La expresión que utiliza Pedro en el versículo 31 corresponde a «Jefe que lleva a la vida»,  (3,15ss) corresponde al término «Jefe y Redentor», aplicado a Moisés como pre-figura de Cristo (cf 7,35). Lucas establece un paralelismo entre Jesús y Moisés.
  • Gamaliel I, el maestro de San Pablo era representante importante de la tendencia liberal y más humana en la interpretación de la Ley. Su intervención corresponde a la actitud general del partido fariseo (cf 4,1ss).
  • En el versículo 41 el "Nombre", por el que los discípulos sufren, es siempre el de «Jesús» y es inseparable de su persona (cf. 2,21ss.; 3,16ss).
  • Desde el comienzo de la historia cristiana, la afirmación del señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia (cf. Ap 11,15) significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal sino sólo a Dios Padre y al Señor Jesucristo: César no es el "Señor" (cf. Mc 12,17; Hch 5,29). " La Iglesia cree que la clave, el centro y el fin de toda historia humana se encuentra en su Señor y Maestro". (Catecismo de la Iglesia Católica 450).
  • Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación, el Concilio habla a todos para esclarecer el misterio del hombre y para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los principales problemas de nuestra época. (Gaudium et Spes 10,2)
  • El Verbo de Dios, por quien todo fue hecho, se encarnó para que, Hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara todas las cosas. El Señor es el fin de la historia humana, punto de convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones. El es aquel a quien el Padre resucitó, exaltó y colocó a su derecha, constituyéndolo juez de vivos y de muertos. Vivificados y reunidos en su Espíritu, caminamos como peregrinos hacia la consumación de la historia humana, la cual coincide plenamente con su amoroso designio: "Restaurar en Cristo todo lo que hay en el cielo y en la tierra" (Efe 1,10)(Gaudium et Spes 45,2)

Meditar: 

Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad. 

(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)

  • ¿Qué te llama la atención del texto?
  • ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
  • ¿Has afirmado el señorío de Jesús sobre tu mundo y sobre tu historia ?
  • ¿Contemplas la vida como la Iglesia que ve bajo la superficie de lo cambiante, muchas cosas permanentes que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre?

Orar: 

Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo:  "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). 

(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")

Al finalizar todos de compartir su oración, el animador de la comunidad dirá: 

Oremos confiadamente al Padre la oración que Jesús enseñó a sus Apóstoles:
  • Padre Nuestro ...
  • Dios te Salve María ...
  • Gloria ...

Contemplar: 

Antes de terminar respondamos íntimamente estas preguntas.
¿Qué mirada nueva provoca en mí el texto?
¿Con cuál palabra o frase me quedaría para llevarla conmigo durante la semana?
¿Qué compromiso despierta en mí esta lectura?

Hacer vida la palabra:
Durante esta semana esforcémonos por hacer que el Señor sea el Rey de nuestra historia. Afirmemos con fuerza de corazón la frase: “Jesús eres Señor de mi vida”.

Despedida. 
Acuérdense de orar los unos por los otros entre semana y hacer caridad a los que más lo necesitan en unión con su párroco.


Bibliografía:
- Aguirre Monasterio, Rafael; Rodríguez Carmona, Antonio. "Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles" Editorial Verbo Divino. 2003. Navarra, España.
-Beccarelli Ferrari, Gian Claudio. "Discípulos y misioneros. Según el evangelio de San Lucas". Publicaciones Paulinas SA DE CV. 2010. México
-Abajo, Florencio; García, Eugenio; García, Rocío; Vega, Irene; Velasco, Emilio; dirección de Guijarro, Santiago. "El Evangelio del Espíritu. Cuatro sesiones de formación sobre los hechos de los Apóstoles." Editorial Verbo Divino, 1998. Navarra, España.
- Carrillo Alday M.Sp. S, Salvador. "Los Hechos de los Apóstoles. Al impulso del Espíritu Santo" Instituto de Sagrada Escritura. 1997. México.
- Biblia Clerus. 1994-2010 Congregatio pro Clericis
-Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera de la Iglesia. Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de 1965. San Pablo VI  https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
-Homilia de San Juan Pablo II del 27 de mayo de 1979.
-CEC Catecismo de la Iglesia Católica  - https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
-Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen Gentium - 19- 21. Nov.1964 Vaticano II