Invocación al Espíritu Santo:
Entremos en la presencia del Señor
(hacer la señal de la cruz)
¡Espíritu Santo! con tu fortaleza lleva mi corazón ante Ti, y dame caridad con temor. Jesucristo líbrame de todo mal pensamiento, enciéndeme e inflámame de tu dulcísimo amor, para que toda pena me parezca ligera. Santo Padre nuestro y dulce Señor nuestro, sé mi ayuda en esta actividad, Cristo Amor, Cristo Amor, Amén.
(oración Santa Catalina de Siena)
Lectura orante de la Palabra:
Del libro de los Hechos de los Apóstoles.
(Se debe leer pausadamente al menos dos veces, de ser posible por diferentes lectores)
"17 Intervino entonces el Sumo Sacerdote con todos sus partidarios, los de la secta de los saduceos. Llenos de envidia,
18 hicieron arrestar a los Apóstoles y los enviaron a la prisión pública.
19 Pero durante la noche, el Ángel del Señor abrió las puertas de la prisión y los hizo salir. Luego les dijo:
20 «Vayan al Templo y anuncien al pueblo todo lo que se refiere a esta nueva Vida».
21 Los Apóstoles, obedecieron la orden, entraron al Templo en las primeras horas del día, y se pusieron a enseñar. Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote y sus partidarios, convocaron al Sanedrín y a todo el Senado del pueblo de Israel, y mandaron a buscarlos a la cárcel.
22 Cuando llegaron los guardias a la prisión, no los encontraron. Entonces volvieron y dijeron:
23 «Encontramos la prisión cuidadosamente cerrada y a los centinelas de guardia junto a las puertas, pero cuando las abrimos, no había nadie adentro».
24 Al oír esto, el jefe del Templo y los sumos sacerdotes quedaron perplejos y no podían explicarse qué había sucedido.
25 En ese momento llegó uno, diciendo: «Los hombres que ustedes arrestaron, están en el Templo y enseñan al pueblo».
26 El jefe de la guardia salió con sus hombres y trajeron a los Apóstoles, pero sin violencia, por temor a ser apedreados por el pueblo.
27 Los hicieron comparecer ante el Sanedrín, y el Sumo Sacerdote les dijo:
28 «Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!».
29 Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres."
- Palabra de Dios.
Hechos 5,17-28 (Biblia El libro del Pueblo de Dios - Traducción argentina - CEA 1990)
Estructura del texto:
- Persecución por los saduceos y encarcelamiento de los Apóstoles 5,17-18.
- Intervención angélica 5,19-25.
- Reacción del Sanedrín 5,26-28.
- Respuesta de los Apóstoles. 5,29.
(De ser posible túrnense cada punto con diferentes lectores, para que todos participen)
- Esta persecución viene precedida del relato de los milagros que el Espíritu Santo realizaba a través de los Apóstoles en las primeras comunidades y de la historia de Ananías y Safira.
- Después de su Resurrección, los Apóstoles mantuvieron un respeto religioso hacia el Templo (Hch 2,46; 3,1; 5,20.21).
- En esta segunda encarcelación de los Apóstoles tienen participación especial los saduceos, que era una secta político-religiosa naturalmente impopulares entre las masas debido a su marcada tendencia a estar en estrecha colaboración con el poder dominante, mientras que los exclusivos y patrióticos fariseos se convirtieron cada vez más en los líderes del pueblo. Entre las diferencias religiosas entre las dos partes se pueden mencionar que los saduceos negaban la resurrección, la inmortalidad del alma, y la existencia de los ángeles (Mt. 22,23; Mc. 12,18; Hch. 23,8). Esta encarcelaciòn permitió una liberación milagrosa que demostró el poder del Espíritu Santo.
- Lucas refiere que "los apóstoles hacían muchos milagros y prodigios en el pueblo (Hch 5,12), y cuenta detalladamente varios milagros realizados por Pedro (Hch 3,6ss; 9,32-42) y por Pablo (Hch14,8ss; 20,9ss). En sus cartas el mismo Pablo habla de los milagros que acompañaban a su predicación (2Co 12,12; Rm 15,19) y de los que Dios obraba en las comunidades cristianas (Ga 3,5 1Co 12,9s).
- Los prodigios y los signos (Hch 2,22 .43; 4,16.22) son igualmente expresión de la presencia activa del Espíritu Santo y se ponen al lado de la "palabra" como apoyo y como demostración (Hch 4,29s; 8,6ss): son las curaciones (Hch 4,16.22.30) y los exorcismos (Hch 5,16; 8,7; 16,18). Realizados por los apóstoles, no son de ellos, sino de Dios (Hch 3,12), que de esta forma y por medio de ellos realiza su plan de salvación y su propia obra, o es también el mismo Jesús en acción (Hch 4,29s), sobre todo el "nombre" de Jesús (Hch 3,6ss.16; 4,10;12.29s).
- Un aspecto importante que san Lucas pone de relieve es el hecho de que la palabra de Dios también crece y se consolida misteriosamente a través del sufrimiento y en un ambiente de oposiciones y persecuciones (Hch 4,1-31 ; 5,17-42). La palabra que san Lucas indica está llamada a transformarse, para cada generación, en un acontecimiento espiritual capaz de renovar la existencia. La vida cristiana, suscitada y sostenida por el Espíritu, es diálogo interpersonal que se funda precisamente en la palabra que nos dirige el Dios vivo, pidiéndonos que la acojamos, sin reservas, en la mente y el corazón. Se trata, en definitiva, de convertirse en discípulos dispuestos a escuchar con sinceridad y disponibilidad al Señor, siguiendo el ejemplo de María de Betania, que "eligió la mejor parte", porque, "sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra" (Lc10,38-42).
Meditar:
Entramos en la meditación de lo leído, escuchemos las siguientes preguntas y después de un momento de silencio compartamos en comunidad.
(Iniciar con un momento de silencio para que cada miembro de la comunidad descubra lo que le motiva en el corazón las siguientes preguntas y lo anteriormente leído, y compartirlo en comunidad)
- ¿Qué te llama la atención del texto?
- ¿Qué preguntas hace resonar el texto en tu corazón?
- ¿Por qué la Palabra de Dios crece y se consolida en un ambiente de oposiciones y persecuciones?
- ¿Estás dispuesto a escuchar con sinceridad y disponibilidad acogiendo sin reservas en la mente y el corazón la palabra de Dios?
Orar:
Entramos en oración, éste es el espacio para responder a la Palabra de Dios, para agradecer, pedir, discernir lo escuchado en el corazón, y dirigirse directamente al Padre Eterno en el nombre de Jesús que cumple, en medio de nosotros, lo que dijo en el Evangelio según San Mateo: "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20).
(Se promueve la participación de cada miembro de la comunidad en oración personal, la comunidad se unirá con un "te lo pedimos Señor" o "te damos gracias, Señor")
- Padre Nuestro ...
- Dios te Salve María ...
- Gloria ...